Si acordamos que nunca los medios fueron más masivos y universales, es clave tener claras las premisas de un buen comunicador, para que además de mostrar una realidad, esta sea percibida tal cual es su intención.
¿Cómo lograrlo? Sigue estas 6 premisas:
1. Se original: esto debe manifestarse en todos los ámbitos, comenzando por aquellos atributos que son únicos y personales. En el mundo no hay una persona igual a otra, y es en esa diferencia que tenemos la ventaja de comunicar destacándonos. Aléjate de los lugares comunes: evita frases y respuestas preestablecidas, que ya están tan desgastadas que no agregan valor y pasan desapercibidas.
2. Busca una composición atractiva y funcional: es clave lograr una armonía entre el contenido y la forma, entre el qué y el cómo. Por ejemplo, no abuses de los superlativos, de los calificativos, para que no te perciban como una persona que para todo tiene un juicio de valor. Además, te ayuda a ser concreto.
3. Muestra confianza: al hablar, escribir, interactuar. Siempre prepárate para estar claro en lo que se va a comunicar, redundará en proyectar seguridad y liderazgo. Recuerda que el convencido convence.
4. Usa el lenguaje corporal a tu favor: este es un protagonista de primera línea en cualquier comunicación personal o audiovisual. Lo expresado en forma oral, se enriquece y se transforma con la correcta participación del cuerpo. Algo tan simple como levantar el dedo pulgar en señal de aprobación o asentir con la cabeza, refuerza en gran medida el efecto positivo de tu mensaje.
5. Se natural en los gestos y el tono de voz: A través de los gestos se comunica. Una de las definiciones de gesto es: “expresión del rostro según los efectos del ánimo”. Una persona seria tendrá una audiencia seria. Una persona que sonríe tendrá oyentes sonrientes. Nuestros gestos se contagian. Un buen comunicador sabe cómo influenciar sobre otros por medio de los gestos.
6. Escucha: esta es una habilidad que debe cultivarse para entender lo que la audiencia está percibiendo y cómo lo está incorporando a su realidad. Fíjate en sus rostros, especialmente en sus miradas. Unos ojos muy abiertos pueden ser símbolo de asombro o hasta miedo. Está atento y haz los ajustes necesarios.
Los buenos comunicadores son aquellos que logran posicionar su realidad, haciendo que los receptores de la información la incorporen como propia.
#Comunicar para ganar.


